La Sexología no es solo la ciencia que se encarga de estudiar las relaciones íntimas, sino que es la ciencia de los Sexos, la ciencia que gira en torno a hombres y a mujeres, a sus mixturas, diferencias, similitudes, peculiaridades e interacciones.
Los sexólogos no solo nos encargamos, por tanto, de las dificultades eróticas. También nos encargamos de trabajar cuestiones relacionadas con la identidad, con la orientación, con la comunicación en pareja, con dificultades en el deseo erótico o sexual, con episodios de ansiedad relativos a expectativas generadas a propósito de conductas en pareja, largo etcétera.
La terapia sexual y de pareja es uno de los formatos de intervención más comunes cuando existen estas y otras muchas dificultades. Habitualmente, dichas dificultades derivan en dificultades en la propia forma de comunicarse por parte de los miembros de la pareja. En otras ocasiones, directamente, los problemas provienen, precisamente, de una comunicación con carencias, poco adaptativa, poco empática o poco eficaz.
En consulta de terapia sexual y de pareja, el sexólogo suele llevar a cabo una doble función; orientar y mediar. Estas funciones garantizan que la comunicación, por un lado, va a dirigirse hacia la resolución de las dificultades que se estén dando y, por otro, que la forma en que se lleve a cabo dicha comunicación va a ser segura, asertiva y empática.
Por supuesto, las casuísticas en Sexología no se reducen al ámbito de pareja. La terapia sexual a nivel individual suele ofrecer unos muy buenos resultados, en líneas generales. Al hablar de dificultades eróticas tales como la disfunción eréctil, vaginismo, eyaculación precoz, aneyaculación o eyaculación retardada, es muy importante señalar que, desde hace ya años, contamos con técnicas y protocolos muy avanzados que participan en el buen pronóstico de dichas dificultades.
Por tanto, la Sexología engloba en conjunto de conocimientos y procederes que la convierten en una disciplina muy bien encuadrada procedimentalmente en el ámbito de la psicoterapia